Mariscos
El marisco fresco gallego es altamente apreciado en todos los mercados. Según temporada, disponemos de pulpo, calamar, sepia, centollo y nécora.
Calamar
Loligo vulgaris
Si bien son más abundantes en verano, los calamares se pueden capturar prácticamente en cualquier fecha del año. Esta especie se encuentra a profundidades que oscilan entre los 20 y los 250 metros. El mejor momento de pesca se produce durante la noche, que es cuando aprovechan para emerger a la superficie en busca de alimento.
El calamar, también conocido en Galicia como “lura”, destaca por su gran sabor y carne firme. Los calamares frescos admiten un sinfín de elaboraciones y tienen un alto contenido en potasio y vitamina A.
Centollo
Maja squinado
El centollo gusta de las aguas frías por lo que es más abundante en la temporada que va desde noviembre a junio. Es importante respetar el periodo de veda, para no consumir las hembras que se encuentran en desove y de esta forma garantizar el mantenimiento de la especia y de la pesca temporada tras temporada.
El centollo gallego tiene una tonalidad más oscura y es frecuente ver unas pequeñas algas que recubren su caparazón. Cualidades ambas que los diferencian de otras especies como el centollo francés. Su carne y su jugo es muy apreciado por su sabor, y se prefieren las hembras a los machos.
Sepia
Sepia officinalis
Este tipo de pescados tienen mayor actividad cuando la temperatura del agua es inferior a 16 grados. La sepia también se conoce como “choco” en Galicia y su tamaño mínimo de captura se establece en los 8 cm. Este cefalópodo tiene un crecimiento rápido que alcanza la media de 15 cm, en menos de dos años.
Se diferencia fácilmente del calamar por su color más oscuro, cabeza más grande y por su característica concha interior. Antes de cocinarla en necesario eliminar las vísceras y la piel que la recubre, momento en que pasa a tener un color blanco. Este alimento nos proporciona yodo, vitaminas A, B y E.